Un bromista decidió colocar unos anteojos en el piso del Museo de Arte Moderno de San Francisco, California, Estados Unidos, para saber cual sería la reacción de los visitantes.
A los pocos minutos de colocar las gafas en el suelo, una multitud de espectadores se había reunido para reflexionar sobre el significado de esta pieza de “arte moderno”.
Inseguros de qué pensar, los desconcertados visitantes pensaron que era una obra de arte y comenzaron a tomar fotografías de los anteojos.
Uno de los adolescentes, TJ Khayatan, de 17 años, documentó la respuesta del público y más tarde subió fotos del divertido experimento a Twitter.