Unos 250 “delincuentes sexuales” que duermen en carpas en una calle de una zona industrial de Miami deberán desocuparla hoy tras el fallo de un juez a una moción interpuesta por varios de ellos que buscaba evitar el desalojo.
La decisión del juez de hoy deja de nuevo en el limbo a estos exconvictos que alegan que no tienen a dónde ir debido a las “fuertes” restricciones de residencia que les impone desde 2005 el condado de Miami-Dade que les impide estar cerca de escuelas.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) se lamentó del fallo y señaló que lo único que se logra es que se “trasladen a otra esquina”, debido a la “dificultad que tienen para encontrar vivienda” que cumpla las reglas.
“Nuevos campamentos aparecerán y este ciclo continuará”, dijo en declaración enviada a Jeffrey Hearne, uno de los abogados principales ACLU, organización civil que entabló la moción contra la decisión del condado, que les dio plazo hasta hoy para desalojar.
Hearne indicó que sus “clientes están decepcionados de que el tribunal haya permitido que el condado cierre el campamento actual”.
Algunos habitantes de los campamentos manifestaron que podrían irse a vivir fuera del condado, donde rijan solo las normas del estado de Florida, que son menos restrictivas (300 metros), pero que no quieren abandonar a sus familias, a las que visitan de día.
Con información de agencia EFE
Fotos de Miami Herald.