Sylvia Bloom-Margolies tenía 27 años cuando comenzó a trabajar en la conocida firma de abogados Cleary Gottlieb Steen & Hamilton, fundada en 1947.
Desde entonces Bloom se convirtió en la mano derecha de grandes empresarios y abogados, manejando las ganancias e inversiones que los miembros de la firma realizaban diariamente desde la creciente oficina de Nueva York, Estados Unidos.
Este trabajo se convirtió en la ocupación de por vida de la mujer, quien pasó los últimos 67 años trabajando para ellos hasta su muerte en 2016.
Bloom rentaba un apartamento, usaba sólo transporte público y vestía modestamente.
No tuvo hijos y su marido era un bombero retirado que luego trabajó de maestro de escuela.
Sin embargo, Sylvia de 96 años, tenía un enorme secreto que ni su familia ni cercanos sabían.
Con su estilo de vida tan recatado y sencillo, nadie pensó que la mujer era en realidad toda una millonaria.
Durante las más de seis décadas que trabajo, ella acumuló más de nueve millones de dólares, los que guardó secretamente en una cuenta.
Ninguna persona de su círculo supo de este dinero hasta ahora.
La organización benéfica del barrio de Nueva York Lower East Side, Henry Street, recibió una enorme donación, a nombre de la señora fallecida.
El dinero será destinado para la educación superior de estudiantes desfavorecidos.
El resto del dinero lo dejó repartido entre familiares y amigos; sin embargo, fue enfática al destacar que gran parte del dinero debía ser destinado a becas para estudiantes necesitados.
Con información de New York Times