Los macacos de berbería, esos monos que viven salvajes desde Gibraltar hasta los bosques del Atlas, pasando por el Rif, sufren de males tan modernos como la obesidad y los accidentes de tráfico, además de competir con las ovejas por el control del territorio.
Ahora, las autoridades marroquíes han desplegado un nuevo cuerpo de guardias forestales en los bosques de la zona de Ifrán, en el centro del país, con el fin de observar y proteger esta especie, ya que es en el Medio Atlas donde se concentra la mayor población de los 12 mil macacos que se calcula quedan en Marruecos.