Mitos de la Semana Santa

26 marzo, 2018
6:03 am
Paula Peinado

1. Meterse al agua después de comer. Todavía recuerdo cuán lento pasaba el tiempo cuando era niña y estaba en la playa, y tenía que esperar una hora después de terminar de comer mis tamalitos antes de que me permitieran volver al agua. Se han realizado estudios con atletas que han determinado ciertos calambres, pero no se deben precisamente a la comida o el acto de haber ingerido alimentos. Pueden ser multiples razones. Así que después de un almuerzo de rey puedes meterte a la piscina para relajarte.

2. El mito de que todos regresan el domingo y por eso el sábado hay menos trafico. Lo malo es que todos piensan igual y ahora el día con mayor trafico es el pinche sábado.

3. El bronceado es síntoma de que la piel está protegida. A menudo se oye eso de “si estás moreno el sol no te daña”, o “date unos rayos UVA y así cuando tomes el sol ya no te quemas”. Nada más lejos de la realidad. Está claro que lo peor que le puede pasar a la piel es quemarse, pero “el bronceado es en realidad el resultado de un daño en la piel”, asegura el doctor Julián Conejo-Mir, presidente de Honor de la Academia Española de Dermatología y jefe de Servicio del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Por eso, es errónea la idea de darse rayos para luego no quemarse, porque en la cabina también te puede quemar, y en segundo, daña la piel de todas formas.

4. El pescado seco está escaso por eso la libra es tan cara. Es uno de los mitos mas aprovechados por los vendedores de mariscos para esta temporada. El pescado seco es aquel pescado, normalmente bacalao, sin salar que se seca al sol y al aire sobre rejillas de madera (hjell) en la playa o en casa de secado especiales. El secado es una de las técnicas de preservación de alimentos más antiguas, y el pescado seco se conversa comestible durante varios años. El método es barato y efectivo.

5. Debemos llenarnos de provisiones porque en Semana Santa nadie abre. Otro mito de antigüedad, en los 80’s posiblemente la gente tomaba largos descansos pero la economía esta tan baja que es importante abrir todos los días. Los supermercados abren de domingo a domingo. No te dejes llevar por el consumismo desmedido.

6. El cloro de las piscinas no irrita los ojos. Muchas personas creen que el cloro únicamente causa molestias a las personas con ojos más sensibles, pero lo cierto es que “hablamos de un irritante de primer orden que afecta a todas las personas”, comenta Mariano Royo. “De hecho, siempre que llegan las vacaciones hay un aumento de las irritaciones oculares”, explica el doctor, porque si el ojo se irrita, las defensas locales bajan, y los gérmenes normales que todos tenemos se convierten en dañinos y son lo que acaban provocando la molesta conjuntivitis.

7. Si le dejamos encargada la casa al vecino se queda más segura. Otro mito que viene de hace años. Si tu eres capaz de dejar tu casa sin ningún problema ¿ Como pretendes que al vecino le importe cuidarte el nidito de amor ? Lo mejor es que la dejes bien asegurada y la encomiendes a todos los ángeles.