Frances McDormand, de 60 años, se dirigió a la fiesta anual en el salón Governors Ball después de la permiación, donde hizo grabar su estatua con su nombre. Pero pronto se dio cuenta de que su estatua de oro había desaparecido.
La intérprete no pudo reprimir el llanto acompañada de su marido, el cineasta Joel Coen, tras llevar a cabo una búsqueda infructuosa en la sala, situada dos pisos por encima del acceso al Teatro Dolby, donde se celebró la ceremonia de los Óscar.
McDormand abandonó la fiesta con su marido, Joel Coen, y sin la estatuilla, pero la seguridad finalmente pudo encontrar el premio y devolvérselo a la actriz.
Una reportera del New York Times, Cara Buckley, tuiteó lo sucedido y los de seguridad pudieron detener al tipo y recuperar la estatuilla.
Un hombre más tarde fue arrestado por supuestamente robar el Óscar, señaló el Departamento de Policía de Los Ángeles.