Bueno, no es cuestión del otro mundo, la respuesta es obvia. Estamos cansados del trabajo que realizamos toda la semana, el estrés del día a día nos lleva a desea intensamente que llegue el fin de semana, y por lo mismo…añoramos con todas nuestras fuerzas que llegue el tan esperado viernes.
Y es que con el tiempo, cada vez nos desesperamos más por finalizar la semana, y así poder relajarnos y tomarnos un respiro de todo lo que arrastramos de la semana. Antes, dicen los expertos, generalmente se hablaba del “síndrome del domingo”. Bueno, y por si no lo sabían se trata básicamente del “trauma” que tenemos al llegar el domingo y pensar que al día siguiente es lunes, y que debemos empezar otra vez la semana; y precisamente esta sensación no permite disfrutar del todo de este último día de la semana.
Pero, el estrés está a flor de piel en la mayoría de los seres humanos, por esta misma razón…este tipo de “trauma”, ya no se centra solamente en los domingos, sino que ahora en toda la semana. Es por eso que nuestro cuerpo, mente y alma padece de estrés, ansiedad y angustia cada día.
Por lo tanto, ya no vivimos el día a día, en el presente, sino vivimos pensando en el futuro…en el añorado viernes y fin de semana en general. Los expertos se refieren a esto como “ansiedad y el apuro mental”, esto no nos permite vivir el hoy, sino nos arrastra a querer acelerar el tiempo.
¿Entonces qué podemos hacer? Centrarnos en cada momento que vivimos, disfrutarlos, sentirlos, aprovechar cada momento que la vida nos regala. Básicamente vivir el presente. Al disfrutar cada instante que la vida nos regala, vamos a ser más plenos, más felices. Eso sí, si podemos dejar de hacer algo que nos agote mucho y nos quite la paz, adelante.
Fuente: https://goo.gl/FHGrZx