No a besar por la fuerza, no a arrimarse por detrás y no a agarrar por la cintura sin previo aviso, las mujeres brasileñas se han movilizado más que nunca este año en torno al “No es no” para poner fin al frecuente acoso sexual que sufren durante el carnaval.
La escena se repite en muchos de los “blocos” (comparsas) que llenan estos días las calles de Brasil: un hombre comienza a insinuarse a una mujer, la mujer le dice que pare, que no quiere nada, pero el hombre insiste y no una, si no varias veces.