Un niño de 3 años quedó atrapado dentro de un inodoro y tuvo que ser liberado por los bomberos.
Difícil tarea
Los bomberos primero trataron de liberarlo, pero luego decidieron quemar el plástico para evitar dañar el frágil cuello del pequeño con astillas de plástico afiladas o alicates. El niño junto a su familia viven en la ciudad de Nanjing, capital de la provincia oriental de Jiangsu.
Sus abuelos, que cuidan de él mientras sus padres trabajan, lo llevaron al Departamento de Bomberos del distrito de Gulou con el asiento de plástico del inodoro alojado firmemente alrededor de su cuello.
Según la abuela, el niño “juguetón” estaba aburrido y puso su cabeza en el anillo del asiento del inodoro. Se encontró atrapado y comenzó a llorar cuando no pudo quitarlo de nuevo.
Las imágenes tomadas en el departamento de bomberos muestran a los bomberos haciendo todo lo posible para consolar al bebé mientras grita: “Quiero irme a casa”.
Los bomberos intentaron usar un par de alicates hidráulicos para cortar el plástico, pero temían que el material filoso pudiera dañar al niño.
A continuación, utilizan lo que parece ser un soldador en su lugar y derriten el plástico en el transcurso de varios minutos, eliminando suficiente asiento del inodoro para liberar la cabeza del pequeño.