El primer parto de Vanessa Fisher no fue lo que esperaba, y la experiencia hospitalaria la decepcionó.
Entonces, cuando quedó embarazada por segunda vez, supo que quería hacer algo diferente, y después de mucha investigación encontró lo perfecto.
Decidió que quería que todo fuera completamente natural, y se centró en el “nacimiento loto”.
El método inusual, que ha sido muy criticado por algunos expertos médicos, ve que los nuevos padres no cortan el cordón umbilical y dejan la placenta unida al recién nacido hasta que se cae naturalmente.
Muchos médicos advierten contra este procedimiento, indicando que existe un mayor riesgo de infección. Sin embargo, Vanessa no se detuvo hasta hacerlo, por suerte el bebé no tuvo complicaciones.