Ocho personas murieron este sábado en un ataque aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra el grupo Estado Islámico (EI), en un aparente “error”, que afectó a las fuerzas de seguridad iraquíes.
El incidente con fuego amigo suscitó críticas sobre la presencia militar estadounidense en Irak entre los responsables proiraníes en Bagdad.
“Ocho personas, entre ellas un [miembro de] alto rango de los servicios secretos, cinco policías y una mujer, murieron por un ataque estadounidense en el centro de la localidad de Al Bagdadi”, informó un responsable provincial, que requirió el anonimato.
“Parece que el ataque fue por error”, agregó respecto al incidente, ocurrido en el valle del Éufrates, cercano a la base aérea de Ain Al Asad, 250 km al oeste de la capital.
Los fallecidos viajaban en un convoy que había sido desplegado en apoyo a una operación matutina contra presuntos miembros del grupo EI en la zona.
A pesar de que el Gobierno iraquí declaró la victoria sobre el EI el mes pasado, los yihadistas siguen activos de forma clandestina en varias regiones de Irak, especialmente en el valle del Éufrates y el vasto desierto al oeste.
El ataque dirigido por Estados Unidos destruyó la mayoría de vehículos del convoy e hirió también a 20 personas, entre ellas el jefe de policía local, quien se encontraba grave, según un funcionario policial.
El Mando Conjunto de Operaciones (JOC) iraquí, que reúne a las fuerzas implicadas en la lucha anti-EI, dijo que había solicitado una operación de las fuerzas especiales en la localidad tras recibir información de inteligencia sobre “una reunión en Al Bagdadi en presencia del comandante terrorista Karim Al Sumarmad”.
Indicó que había pedido “apoyo aéreo de la coalición internacional”. “Cuando el terrorista fue detenido, y las tropas proseguían los registros, una granada fue lanzada desde una casa vecina”, agregó.
– Investigaciones –
Al volver a su base, las fuerzas iraquíes se cruzaron con un convoy de coches que se dirigían hacia la casa sospechosa. Como ignoraban que se trataba de refuerzos de la policía y de efectivos adicionales de las fuerzas paramilitares Hashd al Shaabi, alertaron a la coalición, que efectuó un bombardeo, explicó el JOC, que lamentó la falta de coordinación.
“Se abrió una investigación”, añadió.
El portavoz de la coalición, el coronel Ryan Dillon, dijo que el ataque se llevó a cabo a petición de las fuerzas iraquíes, que liderarán la investigación.
“Todo lo que hacemos en Irak es en apoyo de las fuerzas de seguridad iraquíes. Se nos solicitó apoyo y lo proporcionamos”, dijo Dillon a la AFP.
Los líderes de las milicias proiraníes que constituyen la espina dorsal de las fuerzas Hashd, que desempeñaron un importante papel en la operación contra el EI con independencia de la coalición, no estaban convencidas con la explicación.
El líder de la milicia popular chiita Moqtada Sadr, quien lideró repetidos alzamientos contra las tropas extranjeras tras la invasión de 2003, solicitó acción inmediata contra los responsables del ataque.
“Las fuerzas de ocupación estadounidenses mostraron otra vez su tiranía y arrogancia al violar flagrantemente la independencia y soberanía del Gobierno iraquí”, dijo en Twitter.
Por su parte, el comandante Qais al Jazali de las fuerzas Hashed dijo en la misma red social que el ataque “plantea graves y peligrosos interrogantes” relativos a “la presencia militar estadounidense en Irak”.