¿La comprarias?
Todo arte está destinado a evocar una emoción en todo aquel que lo mira. Sin embargo, hay algunas obras, en este caso pinturas, que van más allá de las emociones. Hay algunas pinturas que parecen estar impregnadas por una fuerza antinatural, ya sea siniestra o triste. Algunos incluso afirman haber sido físicamente agredidos por supuestas pinturas embrujadas, y en un caso, el culpable de la histeria global.
Es cierto que las películas nos han condicionado a que los fantasmas y entidades demoníacas solo están presentes en mansiones y cementerios, pero los expertos en la materia tienen otro punto de vista. Los espíritus pueden habitar en cualquier lugar u objeto, y una vez que se aferran a algo, es casi imposible deshacerse de su presencia. Generalmente, los espíritus se alimentan de emociones y energía negativa. A medida que los artistas invierten sus sentimientos y emociones mientras crean pinturas, estos terminan convirtiéndose en un punto caliente para la actividad demoníaca.
La mayoría de las pinturas embrujadas pertenecen a la era de las pinturas de arte moderno. En primer lugar, pueden parecer inofensivas, pero lo suficientemente intensas como para propagar el miedo y causar daño a quienes se atreven a acercarse lo suficiente. Y si después de leer esto continúas teniendo cierta curiosidad sobre las pinturas embrujadas, ahora puedes comprar una de ellas.
Un usuario de la casa de subastas online Trade Me quiere deshacerse de una obra de arte embrujada después de presenciar una serie de actividades inexplicables dentro de su hogar.
“Soul Bowl”, la pintura maldita de Nueva Zelanda
La pintura en cuestión se llama “Soul Bowl” y fue comprada en una tienda de antigüedades de Pauanui, Nueva Zelanda, pero el propietario de la obra de arte cree que “algo entró en la casa con eso”. Al parecer, la obra fue pintada por un artista local, y fue adquirida por el vendedor durante sus vacaciones, el 17 de septiembre de 2017. Le llamó la atención los colores cobrizos y el esquema de colores neutros, por lo que quedaba bien con sus muebles de madera.
Todo comenzó una noche después de comprar la pintura, cuando se cayó de la pared, aunque estaba perfectamente sujeto. A partir de ese momento, comenzó la verdadera pesadilla. La pintura se encontraba colgada en una habitación del último piso de la casa y una vez, en un momento en que nadie estaba en casa en ninguna de las habitaciones, vieron desde la calle cómo la silueta oscura de un hombre que cruzaba la habitación se reflejaba en las ventanas.
Después hubo otro caso en que el dueño de la casa miró por la ventana por la noche y vio que su propia sombra había aparecido de forma terrible bajo la ventana, como si se tratara de otra persona. Su esposa en ese momento dormía tranquilamente a su lado, por lo que era imposible que hubiera nadie más presente en ese momento.
Después de eso, el propietario decidió no convivir más con la pintura en la misma casa y la puso a la venta en el portal de subastas online neozelandés Trade Me, advirtiendo a los futuros compradores sobre la naturaleza anormal de la obra de arte y recomendando comprarla a todos aquellos que estén interesados en los fenómenos paranormales.
“Se cayó de la pared una noche, y otra noche se proyectó una figura sombría (en movimiento) desde la ventana de la habitación de arriba donde se colocó pintura (no había nadie en la habitación) y mi propia sombra se proyectó sobre la calle cuando miré por la ventana… espeluznante… mi pareja dormida y nadie más en la casa. La vendo ya que es demasiado espeluznante. Ideal para alguien que está interesado en lo paranormal”, reza la descripción de la pintura en el portal Trade Me.
El vendedor también explica que es un escéptico con todo lo relacionado con lo paranormal, pero no puede explicar la presencia de las sombras y cómo es posible que la pintura se cayera de la pared estando bien sujeto. También explicó que no querían destruirlo o tirarlo, para no tener más problemas.