En la provincia taiwanesa de Changhua un joven de 30 años y apellidado Li, se disfrazó de Spiderman y le avisó a sus compañeros de cuarto que iba a sacarse una selfie desde el último piso del edificio, es decir, el quinto.
Unos momentos después, su cuerpo fue encontrado en la vereda bajo su residencia, con una grave herida en la cabeza y hemorragia intensa. La policía y el personal de la ambulancia transportaron a Li a un hospital cercano, pero al llegar fue declarado muerto.
En la terraza la policía encontró su teléfono configurado con un autodisparador y sobre un trípode, por lo que sospechan que se estaba sacando una selfie de pie o colgado del borde del edificio.