La pastilla de emergencia se toma dentro de las primeras 120 horas de un encuentro sexual, donde falló el método anticonceptivo (se rompió el condón), no tuviste la precaución de cuidarte o sufriste de un encuentro sin tu consentimiento.
Estas pastillas están compuestas por progestina y estrógeno. Las fuertes dosis de hormonas que contienen hacen que tu endometrio se renueve, previniendo que cualquier óvulo fertilizado se quede en el útero, y -en algunos casos- evitan también la ovulación.
Alterar los niveles de hormonas frecuentemente es peligroso para tu cuerpo: tu ciclo menstrual y otros procesos importantes cambian.
Además de las alteraciones ya mencionadas, el uso desmedido de estas pastillas tiene diversos efectos secundarios. Los más leves se pueden presentar aunque sea tu primera y única toma, por lo que debes consultar con tu médico antes de tomarla o acudir si notas estos efectos:
– aparición de un sangrado no relacionado con la regla
– retraso o adelanto del comienzo de la siguiente menstruación
– sangrado irregular
– aumento de la sensibilidad de las mamas
– fatiga, cansancio
– dolor de cabeza, cefalea
– mareos
– dolor abdominal
– náuseas
– diarreas
– vómitos
– transtornos en la piel: hinchazón a nivel de la cara
– prurito, picor
Lo recomendable, es tomar esta pastilla NO más de dos veces al año.