La forma en que tu pareja destruye todo lo que sos
Pasaron 100 años antes de que descubrieran al submarino alemán de la Primera Guerra Mundial, U-Boot, en el fondo del mar del Norte cubierto de algas y sin rastro de las 23 personas que iban a bordo. Como ésa existen otras terribles anécdotas sobre aquellos monstruos sumergibles que un día ya no volvieron a asomarse sobre el mar, pero que después de años dieron noticias a familiares, amigos o parejas que vivieron con la incertidumbre de su desaparición por tanto tiempo.
El submarining no es sólo un riesgo que las tripulaciones de las flotillas corren, sino una técnica destructiva a la que recurren algunos para –consciente o inconscientemente– volver miserable la vida de las personas con las que salen, pues los submariners desaparecen sin dejar rastro y emergen meses después para hacer lo mismo una y otra vez.
El ir y venir de aquellos que aplican el submarining no sólo es una acción egoísta e inmadura, también es la causa de muchas inseguridades en quien sólo se sienta a esperar a que el submarino brote nuevamente de las olas.
¿Cómo es el submarining?
Hacerle creer a otro que es especial para luego no aparecer en su radar, sin ningún tipo de aviso; es cruel y desgastante para quien se pregunta todos los días “¿por qué él o ella se fue?” A diferencia del ghosting, el submarining no sólo se trata de esfumarse como un fantasma, sino de presentarse después de un largo tiempo como si nunca hubiera pasado nada.
Sea cual sea la razón por la que alguien decide convertirse en un submarino que a veces flota y otras se hunde hasta el fondo, esta estrategia de cortejo es una burla que no tiene nada que ver con el amor, la admiración o el respeto que alguien interesado en otro debería sentir y demostrar.
¿Cómo identificar a un submariner?
Las personas que tienden a esconderse sin pistas, excusas, justificaciones ni explicaciones para luego llegar de la nada sin vergüenza, remordimiento ni disculpas, poseen ciertas características y tienen actitudes particulares.
+No agradecen absolutamente nada ni reconocen a los demás.
+Son más que desapegados y no acostumbran crear lazos emocionales.
+Nunca piden disculpas ni dan explicaciones, sólo evaden la situación.
+Consideran al tiempo como una medida relativa y siempre lo usan a su favor.
+Creen que ellos son los únicos que deciden con quién estar y cuándo irse.
+Es difícil que cambien sus planes o decisiones por alguien más.
+Le temen al compromiso y nunca hablan del futuro.
+Son expertos en desaparecer de redes sociales y en cortar sus canales de comunicación sin que otros se den cuenta.
