El exministro de Finanzas Públicas Juan Alberto Fuentes Knight y el exdiputado Álvaro González Ricci fueron invitados por el programa A Primera Hora para conocer sus apreciaciones respecto de la aprobación del presupuesto 2018 por parte de los diputados del Congreso.
Ambos coincidieron en que en el Congreso “es obvio que hubo una negociación” entre los diputados para aprobar el presupuesto, lo cual “está amarrado con la elección de la Junta Directiva del Legislativo” para el siguiente año.
Juan Alberto Fuentes Knight
Está de acuerdo con apostar por una mayor recaudación
Creo que estamos viendo las consecuencias de un sistema político que ya no funciona, que nos hace escoger un presupuesto que tiene falta de normas, gastos arbitrarios.
El presupuesto que tenemos tiene limitaciones, el grado de ejecución por supuesto. No es un tanto el problema técnico, sino el sistema político que nos está conduciendo a los ciudadanos para no tener decisiones adecuadas.
No me gusta el presupuesto que se está planteando, pero desde una perspectiva técnica financiera es un presupuesto preparado para el año anterior. Hay que reasignar espacios, hacer transparencias internas.
El mal menor… o peor
El sistema político es el mal peor que tenemos. Tiendo a favorecer una aprobación pero con modificaciones que incluyeran las normas, la limitación para los Consejos de desarrollo.
Presupuesto sin rumbo
Se están combinando criterios técnicos con políticos, que no necesariamente son malos. El problema es que es una política perversa. Ese presupuesto nuevo está pasando por un proceso de distorsión, donde al final los criterios técnicos quedan de lato, además hay falta de transparencia.
– Es obvio que hay una negociación, ligado a las elecciones de la Junta Directiva.
Es un congreso que no funciona y que tiene demasiado poder. La Constitución le da demasiado poder en materia presupuestaria. No hay balance de poderes, es un por absoluto para el Legislativo, en una política perversa, por no decir corrupta.
Podría mejorarse el presupuesto
En el contexto actual no hay perspectivas para que mejore. El debate se ha centrado en los costos del presupuesto nuevo. Para tener una discusión más equilibrada sería ver los costos de seguir con el presupuesto anterior.
Hay una inercia, pero en la que entra otro problema, que es la cantidad de pre-asignaciones presupuestarias. Para cambiar el rumbo se necesita cambiar algunos de los rubros que no están sujetos a algunas leyes, pero también algunas rigideces presupuestarias que son constitucionales, como el caso del deporte.
¿Qué pasaría si llega el diputado Javier Hernández a la presidencia del Congreso?
Refleja un sistema político sencillamente que ya no funciona. Fue electo Jimmy Mortales porque se supone que se iba a entrar una época de transparencia, pero fue todo lo contrario, más corrupción.
En el presupuesto deberían reflejarse los intereses de la Nación y no lo están. ¿Cómo reformamos el sistema político para que permita que participen nuevos actores? Van a seguir predominando los mismos partidos, que dependen de caciques y caudillos. No son democráticos.
Estamos viendo la agonía del un sistema que no termina de morirse.
El desafío, al final, no es negar ni afirmar que haya cambios, sino con quién se hacen esos cambios. Pero en este caso no puede haber cambios. Tiene que haber un proceso de cambio que permita que haya nuevas fuerzas, jóvenes. No niego que haya diputados capaces, pero son una minoría.
Álvaro González Ricci
¿Cómo ha visto el presupuesto este año en cuanto a su planteamiento…
Participé en las audiencias que hizo el Ministerio de finanzas con el presupuesto abierto. No hay nadie que pida menos, la Comisión de Finanzas hizo audiencias públicas con las instituciones, la sociedad civil, pero lo que cuestiono es que es un presupuesto sin rumbo.
De los números absolutos me preocupan normas presupuestarias, porque se quitaron las que garantizaban cierta transparencia en el gasto. A pesar de que le quitaron Q3 mi millones, es un presupuesto bastante alto. Tiene una serie de deficiencias y de paso qué negociaciones hay detrás, parece que es la Junta directiva.
Yo dejaría el presupuesto de este año, tiene normas de transparencia. Guatemala no necesita un monto mayor hasta que no solucione los problemas del gasto.
Qué hay detrás
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Definitivamente no podemos dudar que hay una negociación del presupuesto relacionada con la elección de Junta Directiva.
Se están yendo a tres lecturas. Ojalá no sea una negociación perversa, en el sentido de que se den ciertos puestos en Junta Directiva sino que estén asignando obras a algunos diputados en particular. El presupuesto es una herramienta indispensable de desarrollo.
¿Hay alguna política real para el presupuesto?
No hay ningún rumbo. Si Guatemala le apuesta al desarrollo económico, y este un modelo exportador, entonces, si eso queremos, no podemos tener un tipo de cambio de Q7.20 sostenido, por Q3 mil millones que invierte el Banco de Guatemala para mantener ese modelo.
Las líneas políticas no existen porque no les estamos apostando a nada para sacar al país adelante.
Le quitan Q50 millones en SBS
Es que no hay rumbo, por qué le quitaron Q300 millones a Finanzas, por qué un incremento despedido para Comunicaciones. Tenemos un Estado gordo, con mucha grasa. Por qué no se ve una disminución en el renglón 0-29, por ejemplo.
Se invierte poco en educación
Estamos invirtiendo poco en todo. En un presupuesto rígido con el 68 por ciento dedicado a funcionamiento… el 95 por ciento del presupuesto de Educación es utilizado en funcionamiento. Pero no son los números los que hay que ver, sino la transparencia en el gasto.
Es un Estado obeso, pero desnutrido…
Es como cuando vemos a los niños obesos, pero al final están desnutridos. Somos un Estado obeso en gasto que no tiene fondos.
¿Estamos a tiempo para hacer algo después de la aprobación del presupuesto?
Quiero ser optimista. Creo que sí. Este es un problema de personas, de un sistema que tiene que permitir que personas nuevas y decentes lleguen a puestos públicos. Las personas que no estamos en lo público tenemos que meternos.
La experiencia en el Congreso es tremenda. De verdad… no todos los diputados son malos, lo que pasa es que hay unos 10 o 15 que son nefastos y se llevan de paso a los demás.
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