Una joven mujer tenía a su novio llorando de risa después de que su piel quedó varias tonalidades más oscuras que su color habitual.
Ebony Foley, de 20 años, de Burnley, aprendió de la peor manera que cuando tu bronceado artificial habitual se agota, nunca debes arriesgarte a probar otro.
Al descubrir que su sombra favorita de St Moriz se había agotado, la muchacha le dijo a la encargada de la tienda que quería ser “bonita y morena” y tomó su consejo sobre qué bronceado comprar.
Al salir de la tienda con el tono “Más oscuro que la oscuridad”, lo aplicó por completo, pero pronto se arrepintió.