El Gobierno chino ha anunciado que inspeccionará guarderías de todo el país para valorar la conducta de sus profesores y cuidadores después de que esta semana se destapase un posible caso de abuso de menores en un jardín de infancia de Pekín.
Según informó este sábado el diario independiente South China Morning Post, el Consejo de Estado chino aseguró la víspera en un comunicado que realizará una inspección “a nivel nacional” después de “una serie de abusos en centros de diversos puntos” del país y prometió intensificar los controles de los docentes de los mismos.
La medida llega después de que una guardería de la capital saltase a las portadas de los medios locales este jueves a raíz de que decenas de padres se quejasen de que sus hijos podrían estar siendo abusados, incluso sexualmente, tras encontrar marcas de agujas en algunas partes de su cuerpo.
El centro infantil en cuestión, uno de los 1.800 que dirige la compañía estadounidense RYB en China, también divulgó un comunicado en la mañana de este viernes en el que señaló “sentir profundamente” la preocupación causada a los padres y que habrá “tolerancia cero” con cualquier caso de abuso que se confirme.
Asimismo, algunos de los pequeños dijeron a sus progenitores que frecuentemente se les suministraban unas pastillas blancas desconocidas antes de la hora de la siesta o se les amenazaba con ser golpeados si no se iban a dormir.
A pesar de las disculpas, la guardería también afirmó haber presentado una denuncia contra algunos individuos -que no identificó- por verter “falsas acusaciones” contra el centro infantil.
La Comisión de Educación de Pekín también publicó ayer una declaración en redes sociales en la que se sumaba a inspeccionar las guarderías de la capital china con el fin de “supervisar la seguridad” en ellas.
“Han pasado casi tres días y seguimos sin tener noticias (…) Al menos deberían contarnos los últimos avances (de la investigación)”, lamentó uno de los padres afectados en declaraciones al South China Morning Post.
Otros padres optaron este viernes por no llevar a sus hijos al centro hasta que los investigadores aclaren lo sucedido. “Si tienes hijos y te ronda en la cabeza que haya pasado algo así, no puedes dormir”, señalaron.
Los incidentes de la guardería RYB de Pekín salieron a la luz unas semanas después de que otro escándalo similar sacudiese a la ciudad de Shanghái, en el este de China, donde se destaparon unas grabaciones que mostraban como algunos niños sufrían abusos físicos por parte de sus cuidadores. Tres miembros del equipo docente fueron detenidos.
Fuente: EFE