Un fuerte fuerte temporal dificultaba el operativo de búsqueda, en el que participan siete países.
Las autoridades argentinas se muestran herméticas tras descartarse que siete llamadas satelitales detectadas el sábado hubieran sido emitidas desde el submarino, algo que en un principio había sido tomado como prueba de vida.
“Hemos recibido oficialmente el informe de la empresa que investigó todas las señales y explicó que los siete intentos de comunicación del sábado no se corresponden con el teléfono satelital del submarino”, dijo el portavoz de la Armada, Enrique Balbi, en rueda de prensa en Buenos Aires.
La información, ahora descartada, había encendido una luz de esperanza sobre la suerte de los tripulantes, entre ellos la primera submarinista de Sudamérica.
La Armada reveló que el “ARA San Juan” reportó el miércoles una avería en las baterías antes de desaparecer.
“El buque salió a superficie y ahí comunicó esta avería, por eso el comando de la fuerza le dice que cambie la ruta y venga a Mar del Plata”, reveló en rueda de prensa Gabriel Galeazzi, jefe de la base naval de esa ciudad.
El comandante del sumergible informó “un cortocircuito que había tenido en las baterías”, precisó.
“Después informa en comunicación satelital, estando el submarino en inmersión, de que estaban sin novedades personales y que continuaban navegando en inmersión”, agregó Galeazzi, quien consideró que por ello “no podemos asociar la avería con la emergencia”.
Angustia
La angustia crece entre los familiares de los tripulantes, que esperan noticias en la base naval de Mar del Plata, centro de las operaciones de búsqueda y rescate y adonde el domingo debió haber arribado arribar el “ARA San Juan” procedente de Ushuaia. Otros no pierden la esperanza y creen que el equipo tiene probabilidades de ser rescatado.
