Unos 3.000 soldados de Estados Unidos se sumaron al despliegue en Afganistán bajo la nueva estrategia del presidente Donald Trump, dijo este jueves el Pentágono.
El Departamento de Defensa había situado previamente el contingente en 11.000 uniformados, pero Trump autorizó en agosto un aumento solicitado por el comandante en el terreno, el general John Nicholson.
“Acabamos de completar el flujo de fuerzas a Afganistán”, afirmó el director del Estado Mayor Conjunto, teniente general Kenneth McKenzie, a los periodistas en el Pentágono.
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“El nuevo número de tropas es ahora de aproximadamente 14.000. Podría ser un poquito más que eso, podría ser un poquito menos, a medida que nos acomodamos a la misión”, agregó.
Las tropas adicionales asesorarán y entrenarán a las fuerzas de seguridad afganas, que luchan contra los talibanes.
Nicholson había dicho que necesitaba cerca de 16.000 efectivos en total en Afganistán, y los países de la OTAN prometieron ayudar a completar la diferencia.
Además de las tropas adicionales, el plan de Trump incluye un final abierto para la presencia estadounidense en Afganistán, cuando su antecesor Barack Obama había fijado un calendario de retiro.
Con información de la agencia AFP
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