El destituido presidente catalán, Carles Puigdemont, criticó este lunes al gobierno español en su primer mensaje después de quedar el libertad condicional en Bélgica, donde la crisis catalana se cierne sobre el ejecutivo de coalición belga.
“En libertad y sin fianza. Nuestro pensamiento está con los compañeros injustamente encarcelados por un Estado alejado de la práctica democrática”, tuiteó Puigdemont, quien se encuentra en Bruselas junto a cuatro miembros de su gobierno cesado por Madrid.
A raíz de una declaración unilateral de independencia el 27 de octubre en esa región del noreste de España, la justicia española emitió una euroorden para arrestar a los miembros del ejecutivo de Puigdemont presentes en Bélgica.
Los cinco viajaron a Bruselas en busca de “un proceso justo e imparcial”, según el partido de Puigdemont, el conservador PDeCAT. “En Bélgica nos dejan en libertad sin fianza, mientras que en España estaríamos en prisión”, tuiteó la consejera destituida Meritxell Serret.
En Madrid, ocho de los 14 miembros de su gobierno, que comparecieron ante la justicia investigados por “rebelión”, “sedición”, “malversación” y “desobediencia”, fueron encarcelados. Otro, que había dimitido oponiéndose a una declaración unilateral, quedó en libertad bajo fianza.
Su ingreso en prisión provisional el jueves generó protestas en esta región de 7,5 millones de habitantes, donde este lunes pequeños grupos de manifestantes independentistas cortaron brevemente carreteras y vías de ferrocarril.
– Audiencia el 17 de noviembre –
Ante la orden de busca y captura europea, los miembros del ejecutivo catalán presentes en Bruselas, con Puigdemont a la cabeza, decidieron entregarse el domingo a las autoridades de Bélgica, donde un juez decretó la libertad condicional a la espera de la decisión sobre la euroorden.
La audiencia ante la Cámara del Consejo tendrá lugar el 17 de noviembre a la 14H00 (13H00 GMT), indicó a la AFP una fuente judicial. Sin embargo, la decisión sobre la ejecución de la euroorden podría retrasarse si los abogados de la defensa piden más tiempo para estudiar el caso.
Mientras tanto, Puigdemont y sus consejeros tienen prohibido salir de Bélgica sin autorización del juez, deben comunicar su dirección y obedecer a todas las citaciones de la justicia y la policía, explicó la fiscalía belga.
La destitución del gobierno catalán que organizó un referéndum de independencia el 1 de octubre, suspendido por la justicia, fue una de las medidas adoptadas por el ejecutivo español de Mariano Rajoy, quien además convocó elecciones regionales para el 21 de diciembre.
Ante esta cita electoral, el PDeCAT propuso que Puigdemont encabece una “lista unitaria” de las fuerzas independentistas. Sus socios de gobierno de ERC (Izquierda Republicana de Cataluña) se reúnen este lunes para abordar los comicios, un día antes que expire el plazo para presentar alianzas electorales.
Con la marcha de Puigdemont a Bruselas, la crisis en España podría hacer peligrar el gobierno de coalición en Bélgica, entre fuerzas francófonas y nacionalistas flamencos, y afectar a las relaciones diplomáticas entre dos Estados de la Unión Europea.
– ‘Demasiado lejos’ –
El ministro del Interior belga, el flamenco Jan Jambon, criticó el domingo al gobierno español, preguntándose si no había ido “demasiado lejos”. “¿Pero que han hecho mal [los líderes independentistas]? Sólo ejecutaron el mandato que recibieron de los electores”, dijo a la televisión flamenca VTM.
“Hay que dejar a la justicia belga y a la justicia española hacer su trabajo”, respondió este lunes su compañero de coalición, el canciller Didier Reynders (francófono valón), para quien hay que dejar de creer “que se [puede] influir sobre lo que ocurre en España”.
El ex primer ministro belga, el socialista francófono Elio Di Rupo, calificó a Rajoy de “franquista autoritario”, palabras que no sentaron muy bien en Madrid. El portavoz del gobernante Partido Popular (PP, conservador) en la Eurocámara, Esteban González Pons, calificó en Twitter al exmandatario de “ignorante”.
“Jambon pertenece a un partido colaboracionista con la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial”, es “un partido xenófobo, no es un socio recomendable para nadie”, fustigó este lunes González Pons en la televisión pública española TVE.
La UE también fue blanco de críticas por su inacción en la crisis. El ministro del Interior belga criticó el doble rasero de Bruselas, considerando que habría actuado de manera “muy diferente” en “Hungría y en Polonia”.
El portavoz del ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas, descartó este lunes pronunciarse sobre la situación, asegurando con ironía que la “última vez” que lo comprobaron “Bélgica y España eran democracias”.