En el medio de una carretera de Estados Unidos, rumbo a un concierto, Jorge Hernández y su banda Los Tigres del Norte se detienen en un restaurante a comer. Un aviso advertía: “no se aceptan mexicanos”.
Ya pasaron casi cinco décadas de aquella mañana de 1969 y Hernández, hoy una referencia de la música norteña, lo recuerda con claridad. Fue en Ontario, Oregón en camino a Idaho. Los muchachos, recién llegados de México, entraron igual porque no se fijaron en el cartel.
“Y no nos quisieron servir el desayuno”, dijo el músico a la AFP. “Eso me marcó porque nunca me imaginé que nos pasaría”.
“Pero eso nos enseñó a tener visión, para cantar a los migrantes, a contar historias como las que estamos viviendo y que no cambian porque sigue el racismo en su auge y ahora más que nunca con ese personaje”, el presidente Donald Trump.
Trump llegó al poder con un incendiario discurso anti-inmigrantes, incluida su promesa de deportar a los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos y construir un gigantesco muro en la frontera con México.
Los Tigres del Norte -ganadores de cinco Grammys y siete Grammy Latinos- están trabajando en una canción que retrate la realidad de los latinos con “este gobernante que agrede los principios de todos nosotros los mexicanos”.
“Estamos trabajando sobre ese tema, para armar algo bonito, que el corazón de la gente latina lo sienta, que haya una relación, una conciencia propia de lo que vivimos los latinos en este país”, indicó Hernández, que espera que el tema forme parte del próximo disco de la agrupación previsto para 2018.
Es curioso que la idea para el nombre de la agrupación familiar se las dio un oficial de inmigración de Estados Unidos cuando la banda cruzó la frontera para actuar en un desfile del Día de la Independencia en San José, California, donde actualmente residen.
En ese momento no tenía y ante el silencio los llamó “little tigers” (tigritos en inglés). Y así nació esta banda que en 44 años tiene más de 55 álbumes, con más de 700 canciones y 30 millones de copias vendidas.