Se trata de la novena ocasión en que Rusia utiliza su poder de veto en el Consejo de Seguridad para bloquear una acción contra su aliado sirio.
Rusia se opuso a renovar el mandato del panel conjunto de la ONU y la Organización Internacional para la Reducción de Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) antes de que la comisión revele un reporte sobre un ataque con gas sarín el 4 de abril en Khan Sheikhun, esperado para el jueves.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han acusado a las fuerzas del presidente Bashar al Asad de realizar un ataque sobre esa ciudad que era dominada por la oposición, matando más de 80 personas, niños incluidos.
Tras el veto de Rusia, la embajadora estadounidense Nikki Haley acusó a Moscú de “una vez más” ponerse del lado de “los dictadores y terroristas que usan estas armas”.
Rusia “demostró que hará lo que sea necesario para asegurarse de que el barbárico régimen de Asad nunca enfrente consecuencias por su uso continuo de químicos como armas”, dijo Haley en un comunicado.
Moscú fracasó en el comienzo de la reunión en reunir suficiente apoyo para adoptar una medida que pospusiera la votación hasta el mes próximo. El mandato de la comisión termina el próximo 17 de noviembre.
China y Kazajistán se abstuvieron, Bolivia votó contra la renovación y otros 11 países apoyaron extender el mandato. Pero Rusia usó su poder de veto para bloquear la decisión.
Una resolución requiere nueve votos para ser adoptada por el Consejo, pero cinco países tienen poder de veto: Rusia, China, Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
El embajador ruso, Vasily Nebenzia, criticó a la comisión asegurando que su metodología y “la falta de evidencia” en la investigación sobre Khan Sheikhun era “risible”.
El mes pasado, investigadores de la ONU dijeron tener evidencia de que la fuerza aérea siria estaba tras el ataque, pero Damasco lo ha desmentido repetidamente.
El panel conjunto ya había concluido que el gobierno sirio era responsable de ataques con clorina en tres poblados en 2014 y 2015, así como que el grupo yihadista Estado Islámico usó gas mostaza en 2015.