1. Café: Nos encanta el café y más cuando lo compartimos pero la realidad es que es un hábito que está afectando nuestros bolsillos. Existen alternativas para mejorar los gastos de este tipo: establece un presupuesto determinado o plantéate la opción de preparar tu propio café.
2. Transporte: Andar en nuestro propio carro es, ciertamente, más cómodo pero los gastos por la gasolina y el mantenimiento van sumando cada mes, lo que al final se traduce en un duro golpe para el bolsillo. Por lo tanto, no está de más contemplar el uso del transporte público como una alternativa para el ahorro.
3. Almuerzos: Al hacerlo con frecuencia, además, es un hábito que se hace un poco difícil de dejar. Reserva los almuerzos y cenas sólo para ocasiones especiales, de resto, prepárate la comida. Al final, resultará más saludable –y económico–.