El canadiense Joshua Boyle, el rehén liberado junto a su familia en Pakistán tras 5 años de cautividad en Afganistán, aseguró a su llegada a Canadá el viernes por la noche que sus secuestradores de la red Haqqani, afines a los talibanes, mataron a su hija y violaron a su esposa.
“La estupidez y el mal de Haqqani al secuestrar a un peregrino y a su esposa embarazada, que fuimos a ayudar a los aldeanos en las regiones controladas por los talibanes en Afganistán, solo fueron eclipsados por la estupidez y el mal al autorizar el asesinato de mi hija, mártir Boyle, debido a mi negativa reiterada de aceptar una oferta que los criminales de la red Haqqani me habían hecho”, declaró Joshua Boyle.
Leyendo un texto ante las cámaras, el exrehén canadiense, al borde de las lágrimas, afirmó que su negativa tuvo como consecuencia “la violación después de (su) mujer, no como una acción solitaria, sino por un guardián asistido por el capitán de los guardianes y supervisado por el comandante de Haqqani Abu Hajar”.
En otro mensaje dirigido este sábado a varios medios canadienses desde Smith Falls, a 80 km de Ottawa, donde residen sus padres, declaró que la familia había llegado por fin a “la verdadera casa” que sus hijos no habían conocido.
Boyle aseguró que el asesinato de su hija y la violación de su esposa, la estadounidense Caitlan Coleman, en 2014 habían sido confirmados por una investigación afgana en 2016.
“No tengo ciertamente ninguna intención de permitir a una banda brutal de criminales que dicte la dirección futura de mi familia”, agregó, sin dar detalles sobre las exigencias de sus secuestradores que él rechazó.
Liberados el miércoles en Pakistán, Boyle, su esposa y tres de sus hijos nacidos en cautiverio en Afganistán llegaron el viernes por la noche al aeropuerto de Toronto.
El hombre consideró importante para su familia ahora poder “construir un santuario seguro” que sus “tres hijos supervivientes puedan llamar hogar” y dijo querer ofrecerles, además de educación, un entorno que les permita “recuperar una parte de la infancia que perdieron”.