En un McDonald’s de un barrio multicultural de Chicago, dos policías prestaron el miércoles un oído comprensivo al público como parte de la jornada “Un café con la Policía”, que se organiza desde hace dos años en todo Estados Unidos.
La iniciativa tiene lugar en un momento de tensiones particularmente agudas entre la policía y las minorías.
“Esto fue positivo”, opinó el agente Librada Godinez a la AFP sobre los intercambios que tuvo con las personas que conoció en este restaurante de Chicago, y a quienes les ofreció un café.
“Si uno sonríe, se sienten más cómodos para hablar”, agregó, destacando la voluntad de la policía de recuperar la confianza de la población en una Estados Unidos regularmente sacudida por la brutalidad policial, particularmente hacia las comunidades negra e hispana.
La ciudad de Chicago pagó en 2016 5,5 millones de dólares para resarcir a 57 personas que fueron torturadas para obtener confesiones durante dos décadas hasta 1991.
“En todo el país, entre las comunidades minoritarias y la policía… hay un abismo”, afirmó Brian Jackson, experto en justicia criminal de la corporación RAND.
Rashonda Cole, una habitante de Chicago, entiende que algunos de sus conciudadanos negros ya no puedan tener confianza en la policía después del pasado de abuso hacia esta comunidad.
Pero, según esta mujer de 35 años, a través de una mejor comunicación es posible restaurar la imagen de las fuerzas del orden.
“Si hacen cosas así todos los días, y uno tiene la oportunidad de detenerse, hablar y tomar un café con un policía, creo que muchos tendrían otra idea”, estima.
La iniciativa comenzó hace seis años en Hawthorne, una pequeña ciudad en el sur de California. Con el tiempo cobró envergadura hasta convertirse en un programa financiado por el Departamento de Justicia, que también prevé capacitación para la policía.
Desde hace dos años, la jornada se organiza a nivel nacional el primer miércoles de octubre.
Fuente: EFE
