Cuatro días después del terremoto que afectó a la ciudad de México, los bomberos escucharon entre los escombros de un edificio los fuertes gritos de un ave.
Los bombero percibieron un movimiento entre los escombros de concreto y madera en la zona de Coquimbo, y empezaron a escuchar al ave.
El perico notablemente asustado, era la mascota de uno de los residentes del edificio, según informaron medios locales.
“Lucas”, como lo llamaron los presentes, quedó al cuidado de una familia vecina, a la espera de que aparezcan sus dueños.
En ese mismo lugar los bomberos localizaron a un sobreviviente y nueve personas fallecidas.