El gobierno de México lamentó este martes el fin del denominado programa DACA y pidió a la administración y al Congreso estadounidenses que trabajen en una “pronta solución” que resuelva la incertidumbre jurídica de los llamados “Dreamers”, jóvenes que de niños llegaron ilegalmente a Estados Unidos.
México “tiene un imperativo moral” de “promover activamente ante los Poderes Ejecutivo y Legislativo de Estados Unidos una pronta solución a la incertidumbre jurídica que enfrentan a partir de ahora los jóvenes DACA”, señaló un comunicado de la cancillería mexicana.
El gobierno mexicano explica que su embajada en Washington ha enviado misivas a senadores y congresistas en las que resalta “el valor de los jóvenes DACA para la sociedad estadounidense” y los exhorta a encontrar “una solución permanente que les brinde certidumbre jurídica”.
México dice además ser consciente de que muchos de los Dreamers son mexicanos, por lo que tiene la obligación de protegerlos, brindarles asistencia jurídica y que en caso de que sean finalmente deportados, serán recibidos “con los brazos abiertos” y podrán contar con una serie de apoyos gubernamentales.
“El gobierno de México mantendrá un diálogo permanente con el Poder Legislativo (estadounidense). Al mismo tiempo, se ha establecido contacto con autoridades del Departamento de Seguridad Interior para conocer con todo detalle el proceso de implementación de la medida hoy anunciada”, añade el comunicado.
Este martes, el fiscal general, Jeff Sessions, hizo oficial lo que el presidente Donald Trump había anunciado horas antes: el fin del plan de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), creado por Barack Obama en junio de 2012 y que protege a unos 800.000 personas.
Se estima que la mitad de los cerca de 12 millones de indocumentados que hay en Estados Unidos son mexicanos, y de ellos unos 625.000 están en el programa DACA, según la cancillería mexicana.
El tema de la migración ilegal, junto con el libre comercio y el narcotráfico, han tensado la relación de México con el gobierno de Trump, que insiste además en construir un muro fronterizo que sea pagado por los mexicanos, a lo que el gobierno de este país se opone.
El esperado anuncio del fin del DACA ha provocado algunas protestas en México, como en la fronteriza Tijuana (noroeste), donde la tarde del lunes una veintena de mujeres se reunieron a orar en la valla metálica que separa a Estados Unidos.
El fin del DACA se conoce cuando en la capital mexicana culmina la segunda ronda de negociaciones entre México, Estados Unidos y Canadá sobre el futuro del Tratado Norteamericano de Libre Comercio (TLCAN).