Un piloto de un avión A330 de la aerolínea Aer Lingus descubrió que había un problema con los sistemas hidráulicos del avión, cuando se encontraba a 5 mil pies de altura, por lo que se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia.
El vuelo con destino a Nueva York, había salido de Dublín, Irlanda y tuvo que regresar al mismo aeropuerto.
La persona que grabó el aterrizaje de emergencia describió el incidente como “terrorífico” ya que notó que el tren de aterrizaje presentaba fallas.
Los bomberos enfriaron los frenos del avión para evitar un siniestro.