Ricardo Patiño, uno de los hombres fuertes del gobierno del exmandatario Rafael Correa en Ecuador, renunció este viernes a su cargo de asesor del presidente Lenín Moreno, en un nuevo episodio de la ruptura en el seno del oficialismo.
Asimismo, renunciaron Paola Pabón, Secretaria Nacional de la Gestión Política, un cargo del gabinete ministerial, y el también asesor presidencial Virgilio Hernández.
“Hemos presentado hace un momento al presidente de la República nuestra renuncia a nuestras funciones”, informó Patiño en rueda de prensa conjunta celebrada por la noche en Guayaquil.
Patiño, excanciller, exministro de Defensa y una de las piezas clave en los diez años de gobierno de Correa (2007-2017), aseguró que esta decisión responde a que el recién instalado gobierno de Moreno no ha reconocido lo suficiente los logros de la llamada “revolución ciudadana”.
Y lamentó que se haya difundido la idea de que en el anterior gobierno hubo una “generalización de la corrupción”.
“Hay algunos que han sido corruptos, contra esos el paseo de la justicia debe caer”, aseguró.
Los tres miembros del gobierno negaron que con esta decisión le estén retirando el apoyo a Moreno, y tampoco se pusieron del lado de Correa en la abierta pugna entre ambos que mantiene dividido al oficialismo.
“Vamos a trabajar por la unidad del movimiento”, dijeron en su intervención.
El enfrentamiento entre Moreno y Correa tiene de fondo las graves acusaciones de corrupción -sin que se la hayan imputado cargos todavía- que pesan sobre el vicepresidente Jorge Glas, el gran aliado de Correa y a quien Moreno retiró de sus funciones en represalia por sus duras críticas contra el mandatario.
Moreno afirma estar empeñado en hacer una “cirugía mayor” a la corrupción “venga de donde venga”, mientras que los correístas acusan al mandatario de aliarse con la oposición, que pide la cabeza del vicepresidente.
“Yo personalmente, creo en la inocencia de Jorge Glas, pero no soy yo el que decide sobre eso, decide la justicia”, aseguró Patiño.
Este viernes, el Congreso, de mayoría oficialista, autorizó el inicio de un proceso penal contra Glas, por el caso de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.
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