Cinco policías y dos empleados bancarios fueron asesinados este martes en una zona montañosa del violento estado de Guerrero, en el sur de México, por un grupo armado que asaltó el convoy de un programa de asistencia gubernamental que reparte dinero en zonas rurales.
El asalto ocurrió en un poblado cercano al municipio de Ahuacuotzingo, a unos 112 kilómetros de la capital estatal Chilpancingo, dijo el vocero de seguridad de Guerrero, Roberto Álvarez.
El funcionario precisó que alrededor de las 09H00 local (14H00 GMT) la camioneta del banco estatal Bansefi, que transportaba 977.000 pesos (unos 55.000 dólares) de un programa social denominado Prospera, fue emboscada por un grupo de civiles armados.
“En la emboscada murieron cinco policías municipales, y dos trabajadores del Bansefi”, dijo Álvarez al detallar que otra trabajadora resultó herida en un brazo, pero logró escapar de la agresión y denunció el hecho.
El vocero de seguridad precisó que los policías fueron abatidos en el mismo lugar de la emboscada, mientras que los empleados bancarios fueron ultimados posteriormente, descartando versiones iniciales que apuntaban a que los trabajadores habían sido secuestrados.
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Heredia no dio detalles sobre la posible identidad de los atacantes ni si pertenecen a alguna de las organizaciones criminales que operan en este convulsionado estado, donde existen importantes cultivos de amapola.
Guerrero es uno de los estados más pobres de México y uno de los más golpeados por el narcotráfico y el crimen organizado, en medio de disputas por el control de territorios y actividades delictivas entre las bandas criminales.
La violencia en México se acentuó una década atrás con el inicio de una ofensiva militar del gobierno contra estas mafias.
Desde entonces el país ha registrado más de 188.000 homicidios, según cifras del gobierno que no aclaran cuántas víctimas están relacionadas con las bandas criminales.