El nivel de vida sumido en la pobreza obligó a Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y a Tania Vanessa Ávalos, de 21 años, a emprender un viaje junto a su pequeña hija Angie Valeria, de un año y 11 meses, el cual consistía llegar a suelo estadounidense y lograr aquellas metas trazadas para tener un futuro distinto.
El 3 de abril dejaron su natal municipio de San Martín, San Salvador, sin pensar que este viaje ya no tendría retorno.
Después de varios días lograron llegar a un albergue para migrantes en Tapachula, México. Fue en ese momento en que el sufrimiento para esta pequeña familia comenzó, ya que la larga espera para obtener una respuesta favorable por parte de las autoridades estadounidenses para concederles asilo jamás llegó.
Pasaron dos meses en el refugio y este 23 de junio tomaron la decisión más difícil de sus vidas: arriesgarse para alcanzar el “sueño americano” cruzando el río Bravo.
Una fuerte corriente le arrebató el sueño a Óscar quien nada pudo hacer por salvar a la bebé, ambos murieron ahogados y sus cuerpos fueron localizados horas después. (Vía: Gerardo Rafael)
https://desarrollo2.emisorasunidas.com2019/06/25/migrante-salvadoreno-pequena-hija-huian-pobreza/?fbclid=IwAR1CMLaDr3ReCvftZ-iArWJsB9dYVkR8suK8ummMQuXA3CZT_IfBkzXEBGk
Son velados en El Salvador
Los cuerpos sin vida de Óscar Alberto Martínez y su pequeña hija Angie Valeria, quienes murieron ahogados en el río Bravo cuando cruzaban desde México hacia Estados Unidos, llegaron este domingo a El Salvador, donde serán sepultados.
Los restos de Óscar y de la niña, son velados este domingo en la funeraria municipal del cementerio la Bermeja, de la capital San Salvador, en cuya periferia vivían con su familia antes de emigrar. En ese cementerio, según fuentes municipales, serán sepultados el lunes.
Los cadáveres fueron trasladados desde México a El Salvador por vía terrestre. En la localidad de La Hachadura, en el departamento de Ahuachapán, ubicado en el límite de El Salvador con Guatemala, fueron recibidos por el ministro de Gobernación, Mario Durán.
La esposa del migrante y madre de la niña fallecidos, Tania Ávalos, de 21 años, había llegado a San Salvador el viernes.
Martínez y la niña murieron ahogados hace una semana en el río Bravo (río Grande), ubicado en el límite entre México y Estados Unidos.
La fotografía de sus cuerpos muertos boca abajo en la orilla del cauce conmocionó a la comunidad internacional, y expuso con crudeza el peligro de la migración irregular alentada por la pobreza y la inseguridad.
“Óscar y su bebé se han convertido en un ícono para llamar la atención a nivel nacional e internacional del drama de la migración que ha estado sucediendo por mucho tiempo”, dice a la AFP César Ríos, director del Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami).
Para el coordinador de la ONG Comisión de Derechos Humanos (CDHES), Miguel Montenegro, “El Salvador está de luto”. “La muerte de Óscar y su niña obliga a una reflexión sobre las causas que generan la salida de las personas”, dice.
Vía: AFP
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