1. Lo que comes: Aunque te hayas comido una torre de 3 hamburguesas con extra queso o aunque hayas comido tamales como si se tratara de la última cena, no debes mentirle. Las mentiras sobre lo que comes pueden derivar en un diagnóstico equivocado.
2. Tu edad: Muchas personas quizás deseen mentirle al médico al momento de contarle la edad que tienen, aunque generalmente existen datos de cada paciente que pueden terminar revelando la verdad detrás de la mentira.
3. Las drogas que consumes: Las drogas pueden ir desde algo tan sencillo como el alcohol, tomando un par de tequilas el sábado por la noche, hasta las drogas más duras o adictivas de las que todos hemos escuchado hablar, que en muchos casos incluso suelen ser ilegales.
4. Los medicamentos que tomas: Sé que los medicamentos también son drogas, pero generalmente suelen ser recetadas por los médicos, lo que las hace un poco diferentes. En el caso de que un especialista te haya recetado un medicamento es importante que no mientas a la hora de comentarle si estás tomándolo en la dosis que te indicó con la frecuencia que te indicó.
5. Tu historia y actividad sexual: Es probable que en algún momento, cuando tu médico pregunta acerca de tu actividad sexual, decidas mentir o ocultar ciertas cosas. Pero, antes de ocultar algo de esto, recuerda que están acostumbrados a conversar con muchas personas todos los días que probablemente hacen las mismas cosas que has hecho tú, haciendo que no se sorprendan tanto como crees.